Bonito recorrido motero
de 150 kilómetros que partiendo del casco urbano de Murcia discurre por tierras
murcianas y alicantinas hasta el municipio de Novelda, con el fin de visitar y
conocer uno de los lugares más encantadores e históricos de dicha localidad,
más tarde, el recorrido continúa por otros municipios de esta comunidad
Valenciana.
Todo el recorrido por buenas carreteras asfaltadas.
Murcia, Fortuna, Pinoso, Aspe, Crevillente, Albatera, camino de Fortuna, La
Murada, A7, Murcia.
La temática de este recorrido motero es visitar y conocer una próxima joya
arquitectónica de estilo gaudiano, el santuario de Santa María Magdalena, y
junto a el, se encuentra el otro motivo de nuestro itinerario, el castillo de
Mola.
Itinerario:
Nos juntamos a la hora indicada un grupo de componentes de Riders of Murcia, en el aparcamiento de uno de los centros comerciales del casco urbano de Murcia, salimos en dirección Espinardo con el fin de coger la Costera Norte y por ella alcanzar la pedanía murciana de Cobatillas.
Desde aquí cogemos la carretera en dirección al municipio de Fortuna RM-423, para
recoger a otros integrantes del grupo en la rotonda de la Bandera Española.
Una vez el grupo completo proseguimos en dirección
Yecla/Pinoso siguiendo la misma carretera.
Pasamos el Salado Alto siguiendo a partir de ahora la carretera RM-422 y por
ella alcanzamos El Algarrobo y La Solana.
Poco después dejamos la carretera y nos desviamos en dirección al municipio alicantino
de La Algueña, dentro de la comarca del Medio Vinalopó, una localidad unida a
los campos de vides, los almendros y a las canteras de mármol.
Una localidad enclavado en una zona de llano cerca de las Sierras del Reclot y
del Acayat.
Dejamos La Algueña y continuamos en dirección a otra localidad Alicantina, en
este caso La Romana.
Así como su anterior vecina, La Romana pertenece a la comarca del Medio Vinalopó,
a resguardo de las sierras de L’Algayat, Reclot y Beltrans.
Su población, cercana a los dos mil quinientos habitantes, se ha visto
incrementada en los últimos años por residentes europeos y de otros países.
Siguiendo la misma carretera dejamos La Romana y continuamos en dirección a
nuestro destino Novelda.
Antes de entrar encontramos a la izquierda y tras pasar el Parque Oeste una
especie de polígono industrial con varias naves, donde hacemos una primera
parada en el restaurante Avenida I, para almorzar.
Tras el merecido descanso comenzamos el ascenso hasta el lugar donde se encuentra el Santuario y el Castillo.
*SANTUARIO DE SANTA MARÍA MAGDALENA:* construcción con cierto “estilo gaudiniano”, sorprendente por
su belleza, originalidad y recargamiento de elementos arquitectónicos y
religiosos. Disfrutaremos de la
particular y curiosa música “El sonido de la Piedra”, una música producida por
un sorprendente órgano de mármol.
Es un edificio de
inspiración modernista, diseñado por el ingeniero noveldense José Sala Sala,
para dar culto a la patrona de la ciudad (1918 –1946), y finalizado por
Patricio Payá.
En su fachada
principal se pueden observar las dos torres de 25 metros de altura y su sú pórtico
tripartito.
Su planta simboliza el jarro en el que María Magdalena ungió los pies de
Cristo, alzándose en su crucero el altar mayor con el camarín que alberga la
talla barroca de la Santa.
En el interior del santuario podemos admirar obras de autores como Gastón Castelló, así como el órgano monumental de mármol, aún sin acabar.
En 1993, el organero
y escultor Iván Larrea concibió la realización de uno de los órganos más
asombrosos nunca vistos. Se trata de un instrumento construido íntegramente en
mármol, de once metros de altura, alrededor de 40.000 kilos de peso y 800
tubos.
El Ayuntamiento de
Novelda ha aceptado la donación gratuita realizada por la Fundación “El Sonido
de la Piedra” del órgano monumental de piedra que comenzó a construirse hace
casi treinta años y cuya estructura se alberga en el santuario de Santa María
Magdalena.
A escasos metros de este magistral e impresionante santuario se encuentra el castillo de la Mola.
*CASTILLO ÁRABE DE LA MOLA:*
está ubicado sobre un pequeño cerro a 360 m de altitud. Dista 3km de la población de Novelda, en dirección noroeste.
Fortaleza de origen islámico, fue construida a finales del siglo XII. Su planta es poligonal con ocho cubos cuadrangulares en saliente, de los que actualmente sólo quedan cuatro, dos de ellos enmascarados, con una torre cuadrada en su interior, en la actualidad desmochada, todo ello de fábrica de tapial, sobre base de mampostería.
Esta torre exenta tiene 9m de lado por 11 de altura, aunque actualmente le falta un piso; cuenta con una sala inferior iluminada por una aspillera. Se entra en la torre por una puerta de medio punto y situada en altura.
Tras la conquista cristiana del Castillo por las
huestes del Infante Don Alfonso de Castilla, tierras y fortaleza pasaron a la
Corona Castellana. Con la firma del Pacto de Elche en 1305, el Castillo y sus
dependencias pasan a la Corona Aragonesa, formando parte estas tierras del
Reino de Valencia. Es entonces cuando la fortaleza es donada a Doña Blanca
d’Anjou, esposa de Jaime II, quien ordena la reconstrucción de sus deteriorados
muros, realizándose durante el siglo XIV, una serie de reformas en el recinto
fortificado, y construyendo en su flanco noroeste una magnífica torre
triangular. La torre de 15 m. de lado por 17 m. de altura no tiene paralelos
conocidos hasta la actualidad; es de fábrica de mampostería, con refuerzo de
sillería en las esquinas. Se accede a ella por una puerta de medio punto
orientada al noroeste y situada en altura, de fábrica de sillería. Tiene dos
plantas y su iluminación interior se realiza a través de varias aspilleras.
A mediados del siglo XIV, el rey aragonés Pedro
el Ceremonioso, da la tenencia del Castillo a Beltrán du Glesquin, noble bretón
venido a la Península Ibérica con las Compañías Blancas, como pago de su ayuda
en la Guerra de los Pedros, un año después. En 1367 es vendido a Hugo de
Calviley, quien en 1371 lo vende a Mateo de Gornay, señor ya de Novelda. Años
más tarde pasa nuevamente a la corona, siendo donado por Pedro IV a su esposa
Doña Sibila de Forcia.
En 1391, Don Pedro Maza de Lizana, señor de Mogente y Chinosa, compra la Mola a
Doña Violante de Bar, constituyéndose en 1448 la Baronía de Novelda. Desde ese
momento la Mola formó parte de esta importante casa señorial, hasta la
abolición de los señoríos en las primeras décadas del siglo XIX.
Desde 1931 está declarado Bien de Interés Cultural.
Después de visitar, conocer la historia, escuchar el Sonido de la Piedra, de este santuario, visitamos los restos del castillo de la Mola.
Una vez finalizada la visita comenzamos la vuelta hacia Murcia, para ello cruzamos la localidad de Novelda.
Un municipio situado en el interior de la provincia de Alicante, en la comarca del Medio Vinalopó. Conocido por su producción de uva y el comercio de especias y mármol, la localidad contaba con 25 741 habitantes en 2020.
Dejamos esta ciudad y por la carretera N-325 nos vamos en dirección Crevillente, previamente cruzamos la Garganta de Crevillente, un tramo de buena y sinuosa carretera que hace las delicias de todos nosotros.
Tras alcanzar y cruzar Crevillente proseguimos en dirección Albatera por la N-340, ya en esta localidad alicantina, situada en la zona norte de la comarca de la Vega Baja del Segura, y con 12338 habitantes aproximadamente (2015). Seguimos por el camino Los Roques CV-871.
Este camino tras cruzar una amplia zona de la Vega Baja del río Segura desemboca en la RM-414 Abanilla/Santomera.
Siguiendo por el en dirección Santomera alcanzamos la entrada a la autovía A-7 y por ella alcanzamos nuevamente el casco urbano de Murcia, dando por finalizado esta preciosa, tranquila y cultural ruta motera.