La Serranía de Cuenca es una región montañosa en el centro-este de España, ubicada dentro del Sistema Ibérico y abarcando las provincias de Cuenca, Guadalajara y Teruel. Forma parte del Parque Natural de la Serranía de Cuenca, un espacio protegido desde 2007 que destaca por su riqueza natural, incluyendo bosques, fauna y geología. Parte de la Serranía está protegida como Parque Natural de la Serranía de Cuenca, que se extiende por 11 municipios y a través de una extensión de 73.000 hectáreas.
Incluye municipios como Arcos de la Sierra, Beamud, Huélamo, Las Majadas, Portilla, Tragacete, Uña, Valdemeca, Villalba de la Sierra y Zafrilla.
A lo largo de este recorrido encontraremos una gran diversidad de flora, con bosques mixtos y pinares, así como una fauna variada, incluyendo especies protegidas.
A nuestro paso podemos avistar una importante comunidad de aves que nidifican en los escarpes como el buitre leonado, el alimoche común, el águila real o el halcón peregrino; así como otros animales ligados a los pinares de la zona, como es el caso de ciertas rapaces -azor, alcotán, gavilán- y mamíferos -ardilla roja, topillo de cabrera, lirón careto, jabalí, corzo, ciervo, zorro, etc.
Cualquier época del año es buena para visitar este espacio protegido, pero para hacerlo en moto, creo que el momento de finales de primavera principios de verano, son fechas muy recomendables. Una temperatura muy suave y agradable, escasa pluviometría, los días son más largos y el ambiente en general más satisfactorio.
Es importante reseñar que lo ideal para realizar este recorrido es hacerlo durante los días laborables de la semana, esto es así, porque encontraremos poco o casi nada de tráfico, mínima gente en los lugares visitables y algo más económico los hoteles y restaurantes.
Este itinerario tiene una longitud aproximada de 1200
kilómetros que se realizan a lo largo de 3 días.
-El primer día corresponde una distancia de 467 km., entre los cascos
urbanos de Murcia y Cuenca.
-El segundo día corresponde una distancia de 365 km., entre Cuenca y la
localidad turolense de Albarracín.
-El tercer día corresponde una distancia de 373 km., entre Albarracín y nuevamente el casco urbano de Murcia.
Para este proyecto se juntan 4 moteros del grupo RIDES OF MURCIA, con las siguientes
motos: BMW F800GS, BMW R1250GS TROPHY, BMW R1250GS ADVENTURE Y HONDA
NC750X.
-Lugar de reunión: estación de servicio Las Salinas (carretera de Fortuna)
-Hora de salida: 08.00
Iniciamos este recorrido por la carretera RM-A5 dirección Fortuna, para alcanzar poco después la rotonda de la Bandera Española, donde recogemos a otro de los componentes del grupo, a partir de aquí continuamos todos juntos en dirección Pinoso. Alcanzada esta localidad alicantina continuamos a buen ritmo hacia Yecla y Almansa, donde hacemos la primera parada para almorzar y descansar de estos primeros 120 kilómetros.
Tras un contundente almuerzo y un buen rato de animada charla, volvemos a la carretera y cogemos durante un pequeño tramo la autovía A-31, a nuestra derecha podemos contemplar la imponente sierra del Mugrón (1208m), para dejarla rápidamente en la salida nº 136 / Alpera.
Alcanzamos y cruzamos esta localidad albaceteña con un pequeño pero importante patrimonio, como son: la iglesia de Sta. Marina, las pinturas rupestres de la cueva de la Vieja y el Pozo de Nieve.
Desde aquí proseguimos en dirección a la localidad de Alatoz, para ello la carretera atraviesa la sierra de Palomeras con su pico de "La Muela" de 1100 m. de altitud. Comenzamos a atravesar una serie de bosques de pinos y encinas a buen ritmo, ya que la carretera a pesar de las curvas, lo permite. Poco después alcanzamos la localidad de Alcalá de Júcar donde hacemos otra parada de descanso justo antes de pasar el puente que cruza el río Júcar.
Alcalá del Júcar es uno de los pueblos más pintorescos de Albacete, declarado Conjunto Histórico – Artístico por Real Decreto de 1982.
Estrechas calles que trepan hacia el Castillo, pequeñas viviendas, escaleras escarpadas, huertecillas y por supuesto, las típicas cuevas, hacen de Alcalá del Júcar un conjunto arquitectónico y natural único.
A partir de aquí comenzamos una vertiginosa, divertida y serpenteante ascensión hasta alcanzar la localidad de Las Eras, en este lugar hacemos el primer repostaje.
A partir de aquí y hasta cruzar la localidad de Casas de Ibáñez, tendremos un recorrido tranquilo, suave y rápido, por ser una buena carretera, con grandes rectas y magnifica visibilidad.
Proseguimos en dirección Venta del Moro, entrando en un área denominada Parque Natural de las Hoces del Cabriel.
El tramo entre Casas-Ibáñez y Tabaqueros es una continuo rodar entre curvas muy cerradas algunas de ellas.
Llegando a Tabaqueros la carretera se acaba y continuamos por una antigua pista asfaltada, que le queda poco o casi nada de asfalto, pero que con algo de cuidado nos desciende hasta el puente de Santa Barbara que cruza el río Cabriel. Este tramo tiene una longitud de 5 kilómetros, cruzamos el puente de Santa Barbara y tras otro pequeño tramo de pista de 350 metros llegamos nuevamente a la carretera asfaltada CV-455.
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COMPONENTES DEL EQUIPAZO |
Siguiendo por ella y tras una divertida sesión de curvas y preciosas vistas alcanzamos la localidad de la Venta del Moro.
Esta carretera tiene una calzada variable entre 4,5 y 6 metros aproximadamente distribuida en dos carriles, con buen asfalto, aunque carece de arcenes.
Venta del Moro es un pueblo perteneciente a la comarca de la Meseta del Cabriel. Su economía está basada en la agricultura de secano con grandes extensiones de viña, principalmente de la variedad bobal, aunque también proliferan otras variedades (tempranilla o cencibel, macabeo, garnacha, tardana, royal, etc.).
Dejamos esta localidad y continuamos en dirección Fuenterobles, haciendo antes una nueva parada para repostar en la estación de servicio Repsol junto a la autovía A-3.
Después de 9 kilómetros alcanzamos la localidad de Camporobles y debido a la hora, decidimos buscar un restaurante para comer.
Entramos en el restaurante Cheroni, un lugar fresco, con un dueño correcto, una comida rica, pero un menú escaso en la cantidad y con un precio final que nos pareció bastante caro.
Tras esto continuamos el recorrido en dirección a Carboneras de Guadazaón y poco después a Cañada del Hoyo, un municipio de Cuenca, perteneciente a la comarca de la Serranía Baja, y muy próxima a las lagunas de Cañada del Hoyo.
Las llamadas lagunas de Cañada del Hoyo son en realidad dolinas o torcas de origen kárstico. Este conjunto está formado por 7 lagunas permanentes y 4 torcas, cada una de ellas recibe un nombre diferente: Laguna de la Gitana, Laguna del Tejo, el Lagunillo del Tejo, la Laguna de la Parra, la Laguna de la Llana, la Laguna de las Tortugas y la Laguna de las Cadenillas. La profundidad de las lagunas oscila desde los 4 m. de la laguna de las Tortugas, hasta los 32 m. de la Laguna del Tejo, que posee la anchura máxima con 200 m.
Estás lagunas están rodeadas de densos bosques de pinos y sabinas.
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VISTA DE LA LAGUNA DE LA GITANA. |
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VISTA DE LA LAGUNILLA. |
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VISTA DE LA LAGUNILLA. |
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VISTA DE LA LAGUNA DEL TEJO. |
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VISTA DE LA LAGUNA DEL TEJO |
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VISTA DEL EQUIPAZO! |
Llegamos a este increíble lugar y dejamos las motos en el aparcamiento que hay al inicio de una senda, que siguiéndola nos permite visitar estas lagunas. Por tiempo y distancia, tan solo podemos visitar y recrearnos con la laguna de la Gitana, La Lagunilla y la laguna del Tejo.
Tras una serie de fotos y comentarios, volvemos por la misma senda al aparcamiento y continuamos el recorrido por la misma carretera, en dirección a la laguna del Marquesado.
No sin antes pasar por una sucesión de pequeñas localidades como son: Valdemoro Sierra, Campillos Sierra y Huerta del Marquesado. Esta carretera discurre por un espacio ambiental de alto valor ecológico y protegido como es la “Reserva Natural de la Laguna del Marquesado y el Parque Natural Serranía de Cuenca”.
A nuestro paso, esta serpenteante carretera nos muestra lo que se conoce como la ‘España vacía’, pero que es la ‘España de ensueño’
Es una vía que atraviesa hermosos paisajes, ofreciendo un recorrido muy agradable para los amantes de las motos. Es una carretera secundaria que conecta diferentes pueblos y localidades, permitiendo disfrutar de un entorno natural y tranquilo.
A lo largo del camino, apreciamos campos verdes, bosques y, en algunos puntos, vistas abiertas que nos permiten contemplar el paisaje circundante. Una carretera en buen estado, con cientos de curvas, con paisajes insólitos, sin tráfico, con señalización horizontal reciente. atravesando municipios de poca población y con bastantes casas cerradas.
Al paso por esta pequeño y simpático pueblo de la Serranía de Cuenca, nos llama la atención una serie de dibujos y relieves que conforman un proyecto artístico. El proyecto corre a cargo de Luis Zafrilla que es un artista local y pone de relieve la cultura local y tradicional de la zona.
Se pueden observar varios relieves y el que más nos llama la atención, es una pareja de la guardia Civil que sobresale del bajomonte.
Proseguimos por esta preciosa y serpenteante carretera hasta confluir con la vial CM-2105j. A medida que avanzas por carretera, podemos apreciar la belleza de un paisaje agrícola, con tierras verdes y sembrados que cambian según la temporada. También encontramos tramos donde predominan los árboles y zonas de vegetación, creando un ambiente fresco y relajante. En algunos puntos, la carretera ofrece vistas panorámicas de colinas o pequeñas elevaciones del terreno, lo que enriquece y hace más placentero la experiencia de conducir por esta serranía de Cuenca.
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VISTA DEL EMBALSE DE LA TOBA. |
Un embalse que se encuentra en una zona rodeada de vegetación y paisajes de gran belleza, su agua azul turquesa es el reflejo del cielo y del entorno que lo rodea, creando un paisaje muy pintoresco y relajante.
Sin duda, el embalse de la Toba es un rincón muy bonito y apacible que invita a realizar una parada de descanso para disfrutar de el y de su entorno relajante, dispone para ello de un mirador.
Se encuentra en el corazón de la Serranía de Cuenca, sobre el colchón que proporciona la vega del río Júcar y entre las imponentes muelas de Valdecabras y la sierra de la Madera.
Uña, al igual que la mayor parte de la Serranía Conquense, se nutría de sus dos elementos por excelencia: la lana y la madera, siendo ahora el turismo otra de las entradas económicas.
Aquí disfrutamos un buen rato de un paisaje admirable, nos acercarnos al mirador de la laguna y por una pasarela de madera nos adentramos en sus tranquilas aguas rodeados de cañizos.
Aquí podemos encontrar uno de los bancos más hermosos y emblemáticos de Cuenca; es el que se encuentra en un mirador con vistas impresionantes del embalse y las montañas circundantes. Este banco, generalmente de madera, invita a sentarse y disfrutar de la belleza del paisaje, con vistas panorámicas que parecen sacadas de un cuadro.
Dejamos este bello lugar para regresar a la carretera, ahora debemos volver sobre nuestros pasos hasta un cruce que se encuentra a penas a 4 kilómetros y que nos saca de la carretera para llevarnos a través de el Alto de la Hoya Riverte por una carretera de montaña que discurre siguiendo la Pista Forestal de los Palancares, para seguidamente confluir en otra y continuar en busca de la localidad de Buenache de la Sierra y por la misma serpenteante carretera alcanzar la entrada a la ciudad de Cuenca
Tras una buena y relajante ducha nos vamos en busca de un lugar para cenar, cerca del hotel encontramos el restaurante Anden 7.
Nos sentamos en su terraza y nos pedimos unas cervezas bien frías y un Chivito para compartir entre dos, tras la cena vuelta al hotel a descansar para la ruta que nos espera mañana.
Nos levantamos sobre las 7 de la mañana y bajamos al comedor para darnos un suculento desayuno en el mismo hotel. Esta primera comida del día será muy contundente, con el fin de aguantar lo más posible, porque no conocemos lo que nos deparará este recorrido.
La serranía de Cuenca es un rincón de la península ibérica, lleno de paisajes impresionantes y carreteras serpenteantes, es un paraíso para los motociclistas.
Sus serpenteantes rutas te permitirán disfrutar de la conducción al máximo, mientras te adentras en una sucesión de curvas que desafían tus habilidades y despiertan tus sentidos. Cada giro te llevará a un nuevo horizonte, y cada ascenso te recompensará con vistas panorámicas que te dejarán sin aliento.
La Serranía de Cuenca es el escenario ideal para aquellos que buscan la emoción de la carretera.
Dejamos el hotel y con el depósito a tope de combustible comenzamos callejeando por Cuenca hasta alcanzar la salida que deseamos, carretera CM-2105. Una preciosa y tranquila carretera que sigue paralela el curso del río Júcar.
Poco después hacemos una especie de chiclán y seguimos por la carretera CM-2104 en dirección a la Ciudad Encantada de Cuenca.
Ciudad Encantada: Un conjunto de formaciones rocosas de origen kárstico, declaradas Sitio Natural de Interés Nacional.
Comenzamos un suave y serpenteante ascenso por esta solitaria carretera que nos llevará por las vertientes Sur y Este de la sierra de Valdecabras, los paisajes se suceden, hasta alcanzar el mirador de Canaleja, donde hacemos una primera parada y sesión fotográfica.
Desde aquí tenemos unas vistas increíbles que nos alientan aún más para seguir y profundizar en esta Serranía de Cuenca.
Volvemos a la carretera y continuamos este serpenteante ascenso hasta alcanzar el aparcamiento de la Ciudad Encantada de Cuenca, la cual por la temprana hora en la que llegamos, la encontramos cerrada.
Tras unos minutos de descanso y algunas fotos, proseguimos el recorrido por este verde paraíso, hasta confluir con la carretera CM-2105, a partir de aquí seguimos por ella y en dirección Villalba de la Sierra; pero antes nos detenemos en un lugar muy particular y que no se puede pasar sin detenerse a disfrutarlo, me refiero a la conocida como la Ventana del Diablo.
Desde el se disfruta de unas vistas espectaculares y podemos contemplar los cortados del río Júcar. Este mirador ofrece una vista panorámica impresionante de uno de los paisajes más dramáticos de la Serranía de Cuenca.
Volvemos a la carretera y rápidamente dejamos esta carretera para proseguir por una curvilínea carretera forestal que en 14 kilómetros nos lleva hasta el municipio de Las Majadas, una localidad de 217 habitantes, con una arquitectura típica serrana y rodeada de paisajes montañosos.
Proseguimos por esta vía forestal que a partir de aquí se hace algo más estrecha y con poca o ninguna señalización. Esta carretera nos da la oportunidad de visitar lugares escénicos que te dejan sin aliento, ahora seguimos por la denominada cañada Real de Rodrigo Ardaz atravesando frondosos pinares y alamedas.
La carretera continúa y nos adentramos en un precioso y frondoso pinar, hacemos una parada para disfrutar de la naturaleza y del sonido del silencio, es impresionante, casi no nos atrevemos a hablar entre nosotros para no romper la magia del momento.
Poco después llegamos a una zona de altas paredes en un lado de la carretera y al otro tenemos el río Escabas. En este tramo la carretera sigue casi en paralelo el cauce del río, el cual ha formado un profundo valle al paso del tiempo.
En esta zona el bajamos el ritmo de marcha, ya que merece la pena disfrutar de los paisajes que nos regala esta zona bañada por el río Escabas.
Un poco antes de llegar a las casas de Tejadillos, dejamos la carretera y nos introducimos por una pista en dirección al área recreativa de Los Lagunillos, un paraje que nos sorprendió por su belleza y tranquilidad.
Dejamos las motos y nos disponemos a pasear por la zona, a seguir en parte el riachuelo e ir en busca de Los Lagunillos, aquí son conocidos como Torcas; se forman por la disolución subterránea de los materiales calizos sedimentados, con el consiguiente hundimiento del terreno y la aparición en su interior de agua subterránea.
Volvemos hacer una larga parada para llenar nuestras retinas de los preciosos paisajes que desde esta atalaya se obtiene de los valles que forman La Sierra de Tragacete y la Sierra de Valdemeca.
Enclavada en un lugar de auténtico ensueño, el nombre de esta localidad viene de Nuestra Señora La Virgen del Val, Patrona de Alcalá de Henares, a los pies de una cadena rocosa encontramos el embalse de la Tosca, pequeño lugar por donde transcurre el río Cuervo y en cuyas aguas los “gancheros” transportaban la madera cortada camino del río Tajo.
En este hermoso lugar hacemos una parada para descansar y hacer algunas fotos, seguidamente comenzamos un sinuoso ascenso siguiendo siempre la misma carretera que discurre bajo unas montañas de roca caliza y en unos 7 kilómetros alcanzamos las localidades de Lagunaseca y Masegosa, destacando en esta última localidad su iglesia de Santa Ana.
Poco después llegamos a una población que ya conocíamos de algunos viajes anteriores, me refiero al municipio de Beteta.
Sus estrechas calles están adornadas con balconadas de madera y casas de piedra. Llegamos a su Plaza Mayor, porticada en uno de sus lados, es un excelente ejemplo de la arquitectura conquense, aquí se encuentra el Ayuntamiento, un conjunto de bares y en uno de sus extremos un pequeño mirador con unas preciosas vistas de la Hoz de Beteta; imponentes acantilados y exuberante vegetación.
Cruzamos esta localidad de Carrascosa y seguimos en dirección El Pozuelo, separadas por 10,6 kilómetros de una carretera con buen asfalto y con una anchura media de 5 metros de media y que discurre a través de una zona forestal.
Esta carretera está en obras de asfalto nuevo, en el momento de pasar por ella.
Poco después desembocamos en la carretera CM-2015, magnífica y amplia vía, en la que aceleramos el ritmo, ya que, a pesar de trascurrir por zonas de bosques, no tiene paisajes ni elementos signos de reseñar.
Tras 9 kilómetros por esta carretera y antes de llegar a la pedanía de Peralveche abandonamos esta carretera y proseguimos por vía GU-929. Vía que une Arbeteta con Ocentejo pasando por Valtablado del Río; una serpenteante carretera recientemente acondicionada de buen asfalto, con señales verticales y horizontales, que discurre entre bosques de pinos laricio, encinas y romeros, alternándose con pequeñas fincas de cultivo y pequeñas huertas.
Esta zona se caracteriza físicamente por impresionantes hoces y cañones formados por el curso del rio Tajo.
Entramos en la zona clasificada como parque natural del Alto Tajo, la carretera prosigue hacia Arbeteta.
A la salida de esta población nos sorprende ver en alto los restos de un castillo roquero, sus muros se alzan siguiendo el contorno de la roca, rodeado de un profundo foso.
Se estrecha aun más la carretera que discurre entre bosques de chopos, encinas, pinos, etc., continuamos por esta carretera que discurre por un precioso entorno hasta llegar a la pequeña localidad de Valtablado del río. La tranquilidad, sin duda, es uno de los mayores tesoros de Valtablado, y que tan solo viven dos familias en este lugar. Un rincón olvidado, donde la soledad y la belleza se entrelazan. Un pueblo que está muy parado y por ello se ha ido deteriorando hasta quedarse sin bares, sin nada.
Al poco de pasar este solitario lugar llegamos a un potente puente que cruza el río Tajo.
Este es el puente Valtablado del Río, en este lugar el río Tajo forma unas zonas de baño bajo unas choperas. En verano son multitudes las que se reúnen bajo este puente para disfrutar de una tarde de baño bajo una fresca sombra.
Tras un breve descanso sobre este puente admirando el paisaje y una sucesión de fotos, retomamos la carretera ahora en dirección a la localidad de Ocentejo de la que nos separan 5,5 kilómetros.
Esta pequeña localidad alcarreña de Ocentejo decidimos parar para descansar y por la hora que se nos ha hecho, queremos ver si es posible comer algo.
Al finalizar la comida y ya preparados para continuar el recorrido de hoy, nos encontramos con la sorpresa de que la moto de uno de los componentes del grupo, no arranca.
Sin cobertura, sin arrancador, sin posibilidad de grúa, etc., decidimos arrancar la moto con unos cables y ayudados por la batería del coche del dueño del bar.
Una vez la moto en marcha y sin posibilidad de parar, decidimos modificara el recorrido e ir a la vecina localidad de Molina de Aragón, que se encuentra a una distancia de 88 kilómetros, donde nos han dicho que hay un pequeño taller de motos.
Antes de ello pasamos por un lugar interesante que son “Las Salinas de San Juan”, situadas en la localidad de Saelices de la Sal, provincia de Guadalajara, forman un conjunto de inmuebles destinados a la explotación salinera. Constan de dos pozos o norias, cocederos y recocederos, albercas, canalizaciones, un almacén o alfolí y una ermita singular de planta elipsoidal. Todo el conjunto fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en el año 2007.
Encontramos el taller y tras un buen rato de espera se arregla la moto y podemos continuar viaje hacia nuestro destino de hoy que es la villa de Albarracín.
Abandonamos esta preciosa y noble localidad y por la carretera RM-210 seguimos en dirección a la localidad de Terzaga, donde visitamos una casona molinesa del S.XVII, que se encuentra en la calle de la Rambla, con un buen número de portalones, rejas y escudos.
Atravesamos esta preciosa, pequeña e histórica localidad y tomamos en un cruce que tendremos a la salida, la carretera CM-2111 en dirección Pinilla de Molina.
Pronto llegamos a esta localidad de Pinilla de Molina, donde se observan las construcciones típicas y la espadaña de la iglesia, pero continuamos sin detenernos y trans unos kilómetros más, la carretera entra en una gran planicie formada por los montes de Picaza.
Hacemos una parada en el mirador de Megina, desde donde se aprecia esa gran planicie.
Poco después dejamos la carretera y en el cruce de Chequilla descendemos hacia esta pequeña y curiosa localidad.
Se encuentra, como su vecina localidad de Checa, a orillas del rio Cabrillas y dentro de la ruta del Camino del Cid. Pese a ser un pueblo pequeño cuenta con un interesante conjunto urbano. Sus casas enclavadas en las rocas de su escarpado paisaje de color rojizo, hacemos un alto en su plaza principal frente a la iglesia de San Juan
Chequilla ostenta el
récord de temperaturas más bajas en invierno.
La base de su suelo, predominantemente roca arenisca, ha llevado a sus habitantes a horadar en la tierra para construir habitaciones y despensas subterráneas dentro de las casas de fachadas encaladas y, en general, a adaptarse o aprovechar las particularidades del terreno, así como una plaza de toros tallada entre las rocas.
Es conocida particularmente por sus caprichosas formaciones geológicas: se trata de monolitos de arenisca roja creados por la erosión del viento y el agua, dando lugar a una pequeña "ciudad encantada".
Dejamos este curioso lugar y volvemos a la carretera anterior, para seguir ahora en dirección Orihuela del Tremedal, pasando antes por localidades como Antonio Girones y Orea.
Orihuela del Tremedal, municipio de la provincia de Teruel, cuyo “apellido” se debe a la existencia en su territorio de un buen número de turberas (tremedales), se encuentra en la Comarca de la Sierra de Albarracín, en la Sierra del Tremedal, formando parte de los Montes Universales. Discurre por el municipio el río Gallo, afluente del río Tajo, que nace precisamente en Orihuela. Decidimos atravesar la localidad utilizando para ello sus estrechas calles. Están alineadas en paralelo, una más alta que otra, y en lo alto de la población la iglesia de San Millán.
Dejamos esta población y proseguimos en dirección Albarracín, para ello tomamos la carretera A-1511, una recta de varios kilómetros rodeada de pino albar, hasta llegar al cruce de Bronchales, cruzamos esta localidad y continuamos por el puerto del mismo nombre.
La ruta continúa hacia Noguera por una carretera serpenteante en algunos tramos. Noguera es un pueblo situado en una ladera a 23 kilómetros de Albarracín y de arquitectura sencilla con algunos edificios construidos con piedra de rodeno.
Poco después llegamos a Tramacastilla, núcleo de población de más importancia pues es la sede de la histórica Comunidad de Albarracín. De esta localidad destaca la iglesia barroca dedicada a Santa Ana y el edificio del ayuntamiento, con su lonja abierta.
Apenas la separa 3,5 kilómetros de la siguiente localidad que es Torre de Albarracín, el paisaje de Torres todavía incluye mucho cultivo de cereal y de ahí la presencia de un molino harinero.
Seguidamente la carretera discurre paralela al cauce del río Guadalaviar, un tramo para disfrutar del paisaje, lleno de frescas árboledas y tras pasar el arco o túnel de piedra entramos en Albarracín.
-Lugar de reunión: estación de servicio Cepsa (Albarracín)
-Hora de salida: 08.30
Seguidamente nos acercamos a la estación de servicio de Cepsa que se encuentra a la entrada de Albarracín, llenamos los depósitos y nos disponemos a iniciar el recorrido de vuelta a Murcia, pasando por los montes Universales, Sierra de Albarracín, sierra Peñaredonda, etc.
Salimos de Albarracín por la carretera VF-TE-05, también conocida como carretera del Canto, en dirección al Corral del Santo y perimetrando el Paisaje Protegido de Pinares del Rodeno, siguiendo los pasos del Camino del Cid y casi paralelo al barranco del Cabrerizo.
Llegamos a la zona de la Masada de la Losilla, un espectáculo precioso de espesos pinares de rodeno y por la multitud de formas geológicas que alberga, también vemos en este lugar importantes murales de arte rupestre. Proseguimos y nos adentramos en el corazón del Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno, entre estos bosques de pinos de rodeno se aprecian rocas de areniscas de color rojizo.
Gracias a agentes atmosféricos, como la lluvia, el viento o los cambios de temperatura, han ido erosionando estas rocas calizas, ejercido presión a lo largo del tiempo y debido a ello, han ido adquiriendo multitud de formas peculiares.
Quedamos sorprendidos y enamorados de estos impresionantes paisajes que encontramos a lo largo de esta cómoda carretera de montaña.
Conducimos despacio desconectando de los pensamientos y olvidando las prisas, llenando nuestras retinas de estos paisajes por donde pasamos. Continuamos ahora por la A-1513, una cómoda carretera que discurre entre pinares y sabinas, poco después salimos a unos claros y llanos campos de cultivo.
Antes de llegar a la localidad de El Campillo, tomamos un cruce que nos vuelve a introducir en una pista asfaltada de montaña, que discurre por entre bosques de pinos de rodeno. Una carretera de montaña poco mantenida, bastante rayada y bacheada, así con poca o ninguna señalización horizontal y/o vertical.
En el siguiente cruce dejamos la carretera hacia Rubiales y proseguimos por la de nuestra derecha en dirección Ademuz. La estrecha y serpenteante carretera de montaña se adentra en la zona del monte Peladillo, pasamos el collado de la Plata, donde se encuentran las abandonadas minas del mismo nombre y de gran interés en el Siglo XVIII por encontrar mercurio.
Poco después pasamos junto a una agrupación de casas abandonadas que son las casas de los Resineros, frente a ellas el cerro del Royo (1375 m). Seguimos por esta pista asfaltada y pronto nos sorprende un gran espacio arbóreo, es el Sabinar de la Vieja, entre el sobresalen una serie de picos rocosos de color rojizo, lugar donde se encontraba el campamento de los Maquis.
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VISTA DEL SABINAR DE LA VIEJA |
Poco después hacemos una parada de descanso en una curva de la carretera que dispone de espacio suficiente para alojar las 4 motos.
Es el momento de parar para comentar lo visto y los lugares por donde hemos pasado, manifestar la alegría y el deleite de lo recorrido hasta ahora.
Bosques y montañas componen un paisaje que es una delicia para los sentidos.
Después de unos agradables comentarios, sesión de fotos y algún que otro cigarrillo, volvemos a nuestras motos para continuar el recorrido, aún nos restan para llega a Murcia unos 336 kilómetros.
Comenzamos un suave y curvilíneo descenso en dirección a la población de El Tomón, pero dejamos la carretera en el cruce que nos lleva hacia la localidad de El Cuervo.
A partir de aquí la carretera discurre llaneando entre campos de cultivo, seguidamente tenemos un rápido y serpenteante descenso hacia el municipio del El Cuervo, el estado actual es transitable con precaución, con prohibición para vehículos pesados.
Aquí se encuentran los Estrechos del Ebrón, un sendero señalizado de 11 kilómetros de recorrido que atraviesa diversos parajes en los que destacan, principalmente, la Cascada de Calicanto y el Puente Natural de Fonseca.
Cruzamos esta preciosa villa y seguimos en dirección Ademuz, pero antes hacemos un alto en el Mirador de Ebrón.
Cruzamos esta localidad y hacemos una parada de descanso en un antiguo lavadero llamado “La fuente Vieja”.
Este tramo de carretera es una delicia, buen asfalto, divertidas curvas, preciosos paisajes, altas paredes y siempre siguiendo el valle del río Turia.
Comenzamos un descenso, pasamos un pequeño puerto no exento de belleza ya que discurre entre pinos y rocas, a la izquierda el río Turia. A lo largo de este tramo nos encontramos que la carretera describe hasta 6 curvas de herradura (180º).
Al final del descenso llegamos a la localidad de Santa Cruz de Moya, aquí hacemos una parada para descansar y tomar un contundente almuerzo. Finalizado este descanso volvemos a la carretera N-330a / CM-2251, que la tendremos frente a nosotros saliendo de Santa Cruz de Moya. Ahora comenzamos un fuerte ascenso con algunas curvas de herradura.
Llegamos al cruce con la carretera Nacional N-330 y seguimos por ella en dirección Norte (N) durante unos 6 kilómetros, momento en el que la dejamos y seguimos por un camino vecinal CUV-50008, cruzamos las localidades de Pedro Izquierdo y Santo Domingo de Moya, todo ello con la intención de alcanzar nuestro próximo destino, que es la Villa de Moya.
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RUINAS DE LA VILLA DE MOYA, vista del torreón de San Roque en La Coracha |
Nos montamos en la máquina del tiempo para viajar a uno de los lugares más espectaculares de la provincia de Cuenca. La villa medieval de Moya es una de las joyas más preciadas que tenemos. Declarada Conjunto Histórico-Artístico, sus ruinas repletas de tesoros nos trasladan a su época de esplendor cuando fue cabeza del marquesado de Moya, al cual pertenecían 36 municipios. Hace más de 60 años que se fue el último de sus vecinos. Hoy esta ciudad vacía representa la gloria y la desgracia del pasado.
Fue poblada por Alfonso VIII en el año 1210, a comienzos del siglo XIII se cede a la Orden de Santiago y se funda el hospital para redención de cautivos, en el siglo XV pasa a manos de Don Juan Pacheco, marqués de Villena, durante el siglo XVI vive la ciudad su máximo apogeo, construyéndose nuevos inmuebles y templos, además de reforzarse otros como la muralla y el castillo.
Al comienzo del Siglo XIX, durante la Guerra de la Independencia Española, Moya hizo proclama contra Napoleón (1808), y resistió a los franceses, aunque eso le supuso nuevos saqueos y destrucción.
Entramos en las primeras casas que sube al lugarcillo de El Arrabal, desde aquí comenzamos un ascenso fuerte por una estrecha carretera asfaltada que se encuentra a la izquierda y seguimos una serie de rampas que nos llevan hasta la entrada de la muralla. Ascendemos hasta la misma entra a las murallas y dejamos las motos en la puerta de San Diego, junto a la iglesia de San Bartolomé.
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VISTA PUERTA DE SAN DIEGO. |
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CALLE DEL HOMO |
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CALLE DEL HOMO |
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IGLESIA DE SANTA MARÍA LA MAYOR |
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SANTA MARIA LA MAYOR. |
Vemos la iglesia de la Trinidad al fondo y nos dirigimos hacia el convento de la Concepción Franciscana (s. XVII) y la iglesia de San Francisco.
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CONVENTO DE LA CONCEPCIÓN FRANCISCANA |
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PARTE TRASERA CONVENTO DE LA CONCEPCIÓN FRANCISCANA. |
Edificio de dimensiones considerables en cuyo claustro podemos encontrar aljibes que solucionaban uno de los grandes problemas de la villa: el agua.
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VISTA CEMENTERIO INTERIOR IGLESIA DE SAN MIGUEL |
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INTERIOR IGLESIA DE SAN MIGUEL |
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VISTA CALLE LA BOTICA |
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VISTA CALLES LA BOTICA Y LAS REJAS |
Nosotros continuamos por la calle de la Botica que nos lleva hasta la puerta principal del hospital Madre de Dios (S.XVI), fundado por los hermanos Zapata.
Poco después alcanzamos la puerta principal del Castillo de los Bobadilla, la cual no podemos traspasar por estar trabajando en su interior; es una fortaleza militar asombrosa de la que destaca su imponente Torre del Homenaje, secundada por torres albarranas y debajo por el cuerpo de guardia con todos los elementos. Antiguamente se accedía por puente levadizo superando un foso. Se encuentra en el extremo meridional, el cual termina con la Albacara (s. XII), tramo de muralla de forma triangular que se convirtió en el primer recinto de la villa.
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VISTA CALLE SANTA MARIA. |
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CALLE SANTA MARÍA, PARTE TRASERA DE LA IGLESIA SANTA MARIA LA MAYOR |
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PUERTA TRASERA IGLESIA SANTA MARIA LA MAYOR. |
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VISTA PORTICO IGLESIA SANTA MARIA LA MAYOR. |
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PUERTA DE SAN DIEGO, vista desde el interior, con detalle del arco rebajado y la iglesia de San Bartolomé, al fondo. |
El calor empieza a ser cada vez más fuerte, nos encontramos más densidad de tráfico, así que decidimos continuar hacia Almansa haciendo las menos paradas posibles.
Pasamos Talayuelas, Casillas de Ranera, Alcanzamos y cruzamos la población de Sinancas, que conocemos porque en otros viajes hemos parado a comer en este lugar, La Torre y llegamos a Utiel. Vemos algunas carreteras cortadas y otras en obras por los destrozos de la Dana del 29 de octubre del 2024.
Desde esta localidad nos dirigimos a Requena por la N-3, seguidamente volvemos a la carretera N-330 y ahora en dirección Cofrentes.
Esta carretera es rápida, tiene buen asfalto, el paisaje es agradable y un buen ancho de calzada. Poco después de pasar la localidad de Casas del Soto, encontramos una curva donde se encuentran la casa de Peones Caminero y la fuente del Tollo, a partir de aquí comenzamos un descenso hacia Cofrentes a través del puerto de la Chirrichana, por una carretera con bastantes curvas, el asfalto no se encuentra en buen estado, el tráfico es importante y sobre todo de camiones, y en un entorno que
destacan relevantes extensiones de pinares.
Continuamos por la N-330, pasamos el municipio de Cofrentes donde destacan las dos torres humeantes de la central nuclear de Cofrentes.
Pasamos las localidades de Jarafuel, Teresa de Cofrentes y Ayora, donde decidimos hacer una parada para repostar y descansar en un área próxima con un agradable sombraje.
Tras un amplio descanso volvemos a la carretera N-330 y seguimos en dirección Almansa, que tan solo dista unos 20 kilómetros.
Los kilómetros empiezan a caer rápidos, pero el calor, el cansancio y que desde el almuerzo aún no hemos tomado nada, empiezan hacer mella en nosotros.
Nos separamos en dos grupos, y aproximadamente a la mitad una zona de monte de pinar conocidos como “Altos de Jodar”, nos reencontramos y hacemos una amplia parada.
Finalizada la misma continuamos hacia Yecla, la cruzamos y proseguimos por la carretera RM-424 en dirección a Pinoso y desde aquí por la RM-422 en dirección Fortuna, llegando poco después al casco urbano de Murcia, dando por finalizada esta ruta.
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