RIDERS OF MURCIA: junio 2024

Preciosa y fácil salida realizada por el grupo motero RIDERS OF MURCIA, con la premisa de visitar el MUVI (Museo de Villena), donde pudimos descubrir los tesoros de esta localidad.
Un recorrido a través de buenas carreteras y poco transitadas.

Este itinerario comienza en el punto de encuentro habitual, el aparcamiento de una gran superficie en Murcia capital.
A partir de este punto y por la Avda. del Reino de Murcia, nos dirigimos en busca de la autovía A-30 en dirección Albacete.
Dejamos esta autovía en la salida 116/Ulea, con el fin de reagruparnos con el resto del grupo que aquí nos esperan y continuar por la carretera N-301.

Siguiendo por esta nacional llegamos al cruce de Blanca, dejando la N-301 y siguiendo a partir de aquí por la N-344 en dirección Jumilla.
Alcanzamos y cruzamos la estación de Blanca, el cruce del Rellano y siguiendo esta N-344 hasta el kilómetro 16, donde hacemos una parada en el restaurante Roman, con el fin de hacer una parada para almorzar, un lugar ideal para hacer un alto en el recorrido y tomar un contundente almuerzo.
Calidad en los alimentos, rapidez y buena atención a un precio más que razonable.

Tras esta parada continuamos en dirección Jumilla, para dejarla en el cruce para Pinoso. Nada más entrar en el y cruzar la autovía por su subterráneo, veremos a nuestra derecha una medio rotonda para desviarnos y poder acceder al poco conocido Camino del Salero.
Esta estrecha y sinuosa carretera agrícola, que a su vez da servicio a una fábrica de sal industrial ubicada en el término municipal de Jumilla.
Esta carretera después de cruzar algunos campos comienza a subir por una sinuosa pista asfaltada de montaña hacia lo alto del Cabezo de la Rosa, rico en fósiles y cristales de manganeso, etc. Mientras vamos ganando altura, este cabezo de más de 700 metros de altitud, observamos profundos surcos que la erosión del agua de lluvia ha ido labrando en los yesos y en la vegetación, principalmente tarays, esparto y pinos de repoblación.
El camino nos va llegando hacia la cima en dirección norte, en lo alto de este cabezo la carretera cruza por el centro de la misma fábrica de sal industrial, debemos pasar despacio y con mucha atención porque hay personas y maquinaria trabajando.
Seguidamente comenzamos un tranquilo descenso a la vista de la ciudad de Jumilla, la sierra de Enmedio y tras ella la del Cervino Jumillano, me refiero a la sierra del Buey.

Este camino confluye con la carretera RM-15-A, carretera que une Jumilla con Pinoso; seguimos por ella en dirección Pinoso, discurre entre campos de viñedos, vemos algunas famosas bodegas como “La Casa de la Ermita”.
A nuestra derecha la sierra del Carche, seguidamente la Madame y a continuación la sierra de las Pansas, a nuestra izquierda las sierras de Enmedio y del Serral entre otras.
Esta carretera discurre ahora por un paso natural que forma el barranco de las Pansas; una antigua carretera con un firme poco mantenido que discurre paralela a este barranco, ubicado en el término municipal de Yecla y de alto valor ecológico.
Un corredor entre la Sierra de las Pansas y la sierra del Serral, dentro del Parque Regional de la Sierra del Carche.

Proseguimos por este precioso barranco, hacemos una pequeña parada en las ruinas de un conjunto de casas que forman el paraje del collado de las Pansas, bajo el pequeño cerro del Castellar.

Poco después alcanzamos la venta del paraje Las Quebradas, donde se halla una antigua y enorme aljibe, con capacidad para cien mil cántaros de agua, ubicada junto a los restos de esta venta.

Esta aljibe con capacidad para algo más de un millón de libros de agua, tiene unas dimensiones de 34 m. de larga por 6.5 de ancha y 5 de profundidad, que proporcionaba agua a este conjunto de casas que formaban el paraje de la Venta Las Quebradas.

restos de la Venta Las Quebradas.

En este mismo lugar vemos una antigua aunque reciente restaurada ermita, se encuentra bajo la protección del Sagrado Corazón de Jesús, es del primer tercio del siglo, de estilo neogótico, que ha sido modernamente (hacia 1980) restaurada, hallándose en aceptable estado de conservación.

Después de conocer y descansar bajo unos enormes pinos que se encuentran en este curioso lugar, proseguimos el recorrido por la carretera RM-424 en dirección Yecla.
Aproximadamente a 7,3 kilómetros tendremos a la derecha de la carretera un cruce con la A-7 que lleva directamente a la localidad de Villena.
Esta curvilínea y recientemente arreglada carretera, que discurre casi en paralelo con la sierra de las Salinas, nos lleva en tan solo 21 kilómetro a la entrada de Villena y al punto donde aparcamos las motos, con el fin de visitar el MUVI, que dista a tan solo unos 50 metros de este aparcamiento de tierra junto a las vías del tren.

cuadro del pintor villenense José García Hidalgo 1646.

El Museo de Villena (MUVI) se concibe como un viaje en el tiempo que permite conocer todas las cultura y civilizaciones que han habitado este territorio, desde los tiempo más remotos de su historia.
Un valioso patrimonio que se exhibe en la histórica Harinera Villenense, construida en 1909 y actualmente rehabilitada para su uso museístico.
En este lugar se exhibe el increíble Tesoro de Villena, 15 kilos de oro de 24 quilates repartidos entre distintos objetos.

Tras esta visita nos reunimos en un local próximo para refrescarnos y celebrar el cumpleaños de uno de los componentes del grupo.

Una vez finalizada la visita al museo y la celebración del cumpleañero, iniciamos el regreso a Murcia siguiendo una sucesión de carreteras que discurren entre las localidades alicantinas de Salinas, la Romana, La Algueña, El Cantón, Macisvenda, Barinas y finalmente por Fortuna alcanzamos el espacio natural de Coto Cuadros y por la A-7 entramos en la ciudad de Murcia, dando por finalizada esta preciosa, fácil y cultural ruta motera.

Segundo día de la ruta realizada por el grupo motero RIDERS OF MURCIA, por las Hoces del Río Júcar.
El tiempo para realizar este proyecto se calculó en dos días, y los kilómetros díarios serían; el primero de 285 kilómetros y el segundo de algo menos de 360 kilómetros.
Después de finalizar en Cofrentes el primer día, iniciamos este segundo y último tramo desde esta ciudad hasta Murcia, pasando por las localidades entre otras de: El Oro, Dos Aguas, Millares, Otonel, Cortes de Pallás, Ayora, Moixent, Biar, Pinoso, etc.

Preparando las motos para iniciar este segundo día.

A diferencia del día despejado y caluroso de ayer, hoy amanece una mañana nublada, húmeda y con pequeña llovizna en Cofrentes; tras un potente desayuno en el hotel y las motos preparadas, comenzamos el recorrido de este segundo día.
Cruzamos la ciudad de Cofrentes y tras pasar el puente metálico giramos a la derecha y rápidamente cogemos la carretera de montaña que discurre en dirección Norte (N) y que bordea el alto de las Pedrizas por su vertiente oeste (W), poco después pasamo por la vertiente Sur (S) del alto de Sofos.
Aquí hacemos una primera parada para admirar el paisaje y realizar algunas fotos con las torres de la central nuclear de Cofrentes al fondo y la sierra de Alcola.

Esta buena y sinuosa carretera de montaña discurre ahora junto al puntal del Barrancazo y entre los picos de La Loma del Mojón (615 m.) y el Mojón de Cofrentes (552 m) ambos integrados en la zona del Pinoval.

A partir de aquí la carretera comienza un suave y sinuoso descenso hasta el mismo nivel del embalse de Cortes 2, donde volvemos hacer otra parada para disfrutar de su entorno y de sus aguas de un color azul intenso. Desde aquí podemos alcanzar a ver las ruinas del castillo de Chirel.
Este recorrido que pretendemos completar en el día de hoy, en parte discurre por esta zona bañada por las aguas de este embalse, siendo uno de los rincones más bonitos de Valencia.

El recorrido continua bordeando este maravilloso entorno del embalse de Cortes 2, pasamos por las casas del Real de Abajo, hacemos una nueva parada a la altura de la casa del Guerrillero, para fotografiar las preciosas vistas que tenemos de las aguas del embalse con el alto de Ayora al fondo.

vistas desde la casa del Guerrillero.

Finalmente esta carretera de montaña (Pansero) desemboca en la carretera CV-428 en el punto de la Cañada del Azahar.
Desde aqui seguimos esta carretera en dirección a la villa de El Oro; una población perteneciente a la comarca de Cofrentes-Ayora. A la entrada a esta localidad nos encontramos la carretera cortada por obras y nos desvíamos por otra de montaña algo más elevada que la que llevamos y que discurre entre la Loma del Puntal y el pico de la Cierva, para finalmente confluir en la carretera CV-425.

Conducimos por ella en dirección a Dos Aguas, siguiendo la Cañada Real de Castilla, nos sorprenden las largas rectas que cruzan estas zonas de la Muela y la Muela de dos Aguas.

vista de la carretera por la Cañada Real de Castilla

En un posterior cruce abandonamos esta carretera y seguimos por la CV-580 en dirección a Dos Aguas.
A la vista y entre nubes, un embalse que debe de ser el del Naranjero y a la izquierda, crestas escarpadas de la sierra del Ave.
Paramos unos momentos para disfrutar de las impresionantes vistas que desde esta altitud tenemos.

Tras divertirnos un rato con unas amplias y bien trazadas curvas, que siguen casi en paralelo la Sierra del Ave o de Dos Aguas, llegamos a dicha pueblo.

Dos Aguas es una población perteneciente a la provincia de Valencia, en la comarca de la Hoya de Buñol. Cuenta con unos 340 habitantes. Es un municipio rico en paisajes montañosos, sus apretadas casas encaladas en blanco, se agarran y escalan sobre un cerro donde se asientan los restos del castillo de Dos Aguas o torre de Vilaragut, perteneciente al siglo XII y de origen musulman.

vista entrada a Dos Aguas.

Vista de Dos Aguas y su torre del castillo.

Cruzamos esta ciudad y continuamos por la misma carretera ahora en dirección a Millares.
La carretera circula siguiendo el barranco del Bosque, así como va descendiendo observamos cómo la vegetación se hace más abundante a medida que nos acercamos al río Júcar. A mitad camino de Dos Aguas a Millares nos topamos con el puente del Júcar. El puente de un arco desde el que descienden a ambos lados cables, que conforman un elemento arquitectónico sorprendente debido a su emplazamiento, en medio de la naturaleza más salvaje, entre montañas de amenazadores riscos.

Puente del Júcar sobre el barranco que forma el río.

Después de cruzar el río Júcar la carretera continúa durante 4,5 kilómetros hasta Millares. Un kilómetro antes de alcanzar la villa parte desde nuestra derecha una vieja carretera que llevaba a Cortes de Pallás en un trayecto espectacular por el interior de la hoz del Júcar, que haremos más tarde, porque ahora queremos seguir hasta la central eléctrica del Salto de Millares.
Dejamos este cruce para más tarde y continuamos hacia Millares. Esta localidad fue una población importante en tiempos de la dominación musulmana. Por ello, su núcleo urbano tiene claras reminiscencias árabes, destacando su castillo de origen musulman y del siglo XI.

A unos cuatro kilómetros de Millares, un desvío a nuestra izquierda nos lleva hasta el histórico Salto de Millares y su central eléctrica, encajada entre los vertiginosos farallones del río.
Una carretera estrecha que discurre entre precipicios por un lado y montañas recubiertas por un bosque bajo compuestas por coscoja, aliagas, romero, palmito, etc., por el otro, nos lleva entre curvas y a lo largo de unos 4,3 kilómetros hasta la central eléctrica del Salto de Millares.

central eléctrica del Salto de Millares.

En este lugar y desde la altura de una atalaya en donde se ubica un mirador, desde el que tenemos unas impresionantes vistas de la cola del río Jucar, que va amansando sus aguas formando el embalse de Tous.

En este lugar pasamos un buen rato admirando las vistas y las aguas de este increíble río. Tras una serie de obligadas fotos desde la altura en la que se encuentra este mirador, retomamos la carretera, invirtiendo ahora el recorrido hacia Millares.

vista de la carretera de vuelta a Millares.

En el camino de vuelta y al llegar al primer cruce, dos de los componentes abandonan el grupo y continúan por la carretera CV-580 en dirección Bicorp, con el fin de volver a Murcia.
El resto de los componentes continuamos, cruzamos nuevamente la localidad de Millares y seguimos hasta el cruce de la carretera antigua que lleva a la aldea de Otonel y a la localida de Cortes de Pallás.

La distancia que separa la centrál eléctrica del Salto de Millares hasta el cruce de esta antigua carretera es de 9 kilómetros.
Proseguimos por una estrecha, serpenteante y antigua carretera, un trayecto espectacular por el interior de la hoz del Júcar.

vista del barranco Hondo

barranco Hondo

Las vistas son espectáculares, abajo tenemos el barranco Hondo, pasamos cerca de un grupo de casas abandonadas muy próximas a los restos del castillo musulman de Cabas, del siglo XI, que controlaba el paso por el río Júcar.

vistas de los restos del castillo de Cabas.

castillo de Cabas S.XI

túnel de Otonel.

Siguiendo por esta curvilínea carretera cruzamos el túnel de Otonel, para poco despues llegar al cruce de Otonel (6 km.) y a la derecha la presa del embalse del Naranjero (5 km.).

Inicialmente decidimos visitar este emblemático embalse, para ello seguimos un vertiginoso periplo por una estrecha y abandonada carretera de continuas curvas sobre peñascos casi aéreos, en la que en ocasiones encontramos desprendimientos de piedras y observamos que la vegetación comienza a ganar terreno al asfalto.

Esta carretera por donde transitamos discurre por uno de los desfiladeros más espectáculares y de mayor longitud de las montañas interiores de la comunidad valenciana.

Llegamos al puente de Las Caveras que cruza el barranco de Otonel junto a una cascada llamada "El Chorrador de Otonel", en esta ocasión la cascada no tiene agua.

Hacemos un alto junto a una cruz de granito, que parece estár suspendida sobre el abismo del barranco de las Doncellas, el cual desemboca en el río Júcar un poco más abajo.

La estrecha y abandonada carretera continúa, pasamos bajo una serie de arcos horadados en la roca viva.

Seguimos despacio admirando las amplisimas y preciosas vistas que desde esta carretera aérea tenemos, si miramos hacia nuestra derecha veremos los Altos de la Fuentecha a la izquierda, del Madroñal a la derecha y en medio el Padre Santo, bajo la carretera el barranco por donde discurre el Júcar, con estas vista llegamos a la entrada del túnel que nos lleva hacia la presa de este embalse del Naranjero.

Nos introducimos en el túnel que tendrá unos 220 metros y que nos llevará hasta la misma presa del embalse.

vista del interior del túnel

Transitar por el no tiene mayor problema que llevar unas buenas luces e ir pendiente de cualquier sorpresa.

vista del desprendimiento casi al final del túnel

No podemos alcanzar la salida por el otro lado debido a un desprendimiento del techo, dejamos las motos y continuando andando unos metros.

Lo que nos encontramos al salir del túnel es una imagen incomparable; lo primero que tenemos es un desprendimiento de rocas, que cortó el paso por esta carretera antigua hacia Otonel, seguidamente unas vistas impresionantes del embalse, un tremendo promontorio que es el pico de la Matrona (549 m) con el castillo del mismo nombre, la presa y el entorno de la misma.

vista de la pedriza y de la salida del túnel

vista del pico de la Matrona 549 m.

continuación del túnel despues del desprendimiento de rocas.

Presa del embalse del Naranjero

vista del túnel antes de la salida.

Despues de un buen rato de espectaculares fotos de bonitos paisajes, volvemos a las motos y salimos nuevamente del túnel, para seguir por la misma carretera hasta el anterior curce de Otonel.

hacemos otra parada en la cruz de granito.

Proseguimos en dirección al entrañable poblado morisco de Otonel, lo pasamos y continuamos por una sinuosa carretera que discurre paralela a las hoces del río Jucar y por la falda de la vertiente norte de la sierra de la Muela de Cortes de Pallás y del Macizo del Caraoig.

Unos 18 kilometros despues de dejar la aldea cortesana de Otonel, llegamos a la entrada de la localidad de Cortes de Pallás, las vistas del embalse del Naranjero son amplias y preciosas, sus aguas de color azúl intenso hipnotizan.

Nada más entrar en este pueblo de empinadas carreteras y calles peatonales, un panel de cerámica explica como los 4000 moriscos que vivian en el valle de Ayora, se refugiarón aqui arriba a principios del siglo XVII, porque no querían ser expulsados de España ni renunciar a su fé.
Hoy, en lo más alto de la muela de Cortes de Pallas hay una presa en la que se bombea agua de noche con electicidad procendente de la central termonuclear de Cofrentes y se genera energía limpia de día.

En esta localidad decidimos hacer una parada para refrescarnos y descansar un poco, para ello, elegimos uno de los muchos bares que hay en la calle que se encuentra frente a la iglesia de Ntra. Sra. De los Ángeles.
Tras la pausa continuamos ascendiendo por una serpenteante y buena carretera hasta el Alto de Ayora (840 m.), donde hacemos otra parada junto a un mirador con una caseta de madera, para disfrutar de la vistas y hacer algunas fotos.

vistas del embalse de Naranjero

Seguidamente conducimos por una fácil y llana carretera que discurre por los Llanos de Rovira. Este espacio natural se nos muestra como un territorio salvaje, deshabitado y libre de infraestructuras, está poblado por bosques de pinos, un paraíso para la avifauna y los mamíferos silvestres, de hecho se nos cruza alguna cabra montesa a lo largo de este tramo.

vista carretera através de los llanos de Rovira.

llanos de Rovira.

vistas bosques por los llanos de Rovira

Manteniendo la carretra llegamos a un cruce, giramos y seguimos por la carretera de la derecha, nos encontramos un camino algo menos mantenido y que desemboca después de 5 kilómetros en una carretera sinuosa y con mejor firme, a la altura del Cinto Cabra (1018 m.).

Desde aquí tenemos un rápido descenso por una carretera con reviradas curvas y un buen asfalto, la seguiremos hasta llegar al mirador de la Cuesta Blanca, donde hacemos otra parada de descanso.

Este mirador está situado en el termino municipal de Teresa de Cofrentes, desde el se puede divisar el valle de Ayora y probablemente ver ejemplares de la fauna del lugar.
Tras un merecido y corto receso, volvemos a las motos para descender hasta Teresa de Cofrentes y confluir con la carretera nacional N-330.
Conducimos por ella en dirección a la ciudad de Ayora, donde tenemos intencion, por la hora que es, parar en algun restaurante para comer.
Volvemos a la carretera y nada más salir de Ayora cogemos la CV-590 que nos aparecerá a la izquierda de la carretera.
Ascendemos por las cuestas del Alguacíl, llegamos al alto Pico del Puerto Pelegrin, pasando por el parque eolico de las Bodeguillas, donde las majestuosas palas de sus 43 turbinas eólicas generan una potencia de 36,5 megawatios (MW) y electricidad suficiente para abastecer una población de alrededor de 83.000 habitantes.

Continuamos por por ella y tras una serie de curvas, y puesto que el calor aprieta, hacemos otra parada de descanso en una extensión plana y de carretera recta, por la zona de la sierra de la Enguera.

Un poco antes de llegar a la casa de la Peraleja vemos un cruce, dejamos la carretera y proseguimos por la CV-589 que discurre en dirección casi suroeste (SO). Alcanzamos y cruzamos la pedanía de Navalón, perteneciente al término municipal de Enguera, para llegar poco despues a la población valenciana de Moixent, en la comarca de La Costera, donde repostamos combustible.

Desde aquí y por la carretera CV-652 nos dirigimos hacia Beneixama bordeando para ello el extremo suroeste de la sierra Grossa y cruzando casi de Norte a Sur la sierra de la Solana.
Este tramo es especialmente agradable no solo por las vistas, que son muchas y bonitas, sino por una sucesión de amplias curvas trazadas sobre un magnífico firme de asfalto.

Desde Benixama tomamos dirección a Biar y desde aquí, nos dirigimos en dirección Castalla, dejándola antes e introduciendonos en la autovía CV-80, por la que seguimos hasta la salida de Sax.
Desde esta localida y por la carretera CV-830 nos dirgimos hacia la localidad alicantina de Salinas, perteneciente a la comarca del Alto Vinalopó.
La cruzamos y proseguimos hasta confluir con la carretera de Monovar a Pinoso. Por ella nos dirigimos hacia Pinoso y tras circunvalarla proseguimos en dirección Fortuna.

A partir de ahora tendremos un magnífico tramo de carretera que discurre entre otros, por la zona conocida como el desierto de Abanilla, con una buena carretera que nos lleva nuevamente a la rotonda de la bandera Española, en este punto nos dejan otros componentes del grupo y el resto proseguimos por la zona de curvas que discurre entre el embalse de Santomera y el parque natural de Coto Cuadros.

Poco después confluimos en la autovia A-7 y por ella regresamos a Murcia capital, dando por finalizada esta intensa y muy bonita ruta por las hoces del río Jucar.